Convivir con Gente Amargada

La amargura daña la sana convivencia

Convivir con gente amargada es de las peores cosas que nos puede suceder. Estas personas todo lo ven negativo y perjudicial, y generalmente arman un problema por todo. Una persona amargada nos podría contagiar con su constante y perjudicial mal humor. Ellos nunca ven las bondades de la gente que los rodea, ni tampoco las que la vida les ofrece; además suelen pensar que su entorno es desfavorable e inclusive, que carecen de valores sanos. La amargura es un síndrome que hay que combatir.

Las personas amargadas generalmente son obstinadas y de difícil trato. A continuación podrás leer algunas de sus principales características.

Convivir con gente amargada: Algunos rasgos que muestran estas personas

  • Piensan que todas sus actuaciones tendrán un mal final.
  • Culpan siempre a otros de sus fallas o equivocaciones.
  • El temor a no hacer las cosas bien los hace muchas veces paralizarse y así evitan tomar alguna acción positiva.
  • Son seres negativos, que se consideran víctimas, esperando siempre un resultado contrario a lo bueno.
  • Se quejan constantemente.
  • Suelen ser muy egoístas.
  • Solo hablan de problemas. Piensan que cualquier contratiempo actual no se soluciona si no se aplican fórmulas del pasado. Por eso no reconocen nuevas maneras de resolverlos.
  • La terquedad es otra de sus actitudes de vida.
  • La soledad a la que suelen acudir los convierte en seres tristes, alejados y por supuesto amargados.
  • Generalmente tienen respuestas poco educadas con su equipo de trabajo.
  • Crean un ambiente hostil a su alrededor.
  • Es una constante que discutan y hieran a las personas que quieren por cualquier motivo.
  • Reclaman a su pareja por cualquier razón sin tener pruebas.

Convivir con gente amargada convierte días positivos grises y tristes. No te dejes llevar por la amargura.

Convivir con gente amargada: Podemos ayudarlos

Convivir con gente amargada no es nada fácil, sin embargo la amargura puede tener solución cuando quien la padece está dispuesta/o a dejarse ayudar. Con cariño y paciencia podemos lograrlo.

  • Debemos hacerle entender la equivocada actitud y forma de vida que mantiene.
  • También es bueno hablarle de la importancia de agradecer por todo lo positivo que la vida le presenta. La amargura no permite reconocer las bendiciones que a diario llegan, por lo tanto, si queremos ayudar a una persona con este problema, este es uno de los puntos en los que debemos enfocarnos.
  • Hay que explicarle lo difícil que es para las personas de su entorno lidiar a diario con alguien amargado.
  • Hazle ver de manera amable la soledad en la que se encuentra debido a su actitud. Explícale que su amargura está llevando a que la/o rechacen.

Si eres tú quien siente amargura

  • Hazte un auto-análisis; debes tomar conciencia de tu problema.
  • No esperes que todo venga de ayuda externa.
  • Tienes que empezar reconociendo que este rasgo de tu personalidad es dañino y te aleja no solo de tus seres queridos, también de tus compañeros de trabajo y de tus objetivos personales y profesionales.
  • Mira en tu interior y examina fríamente ¿cómo te sentirías, si tuvieses que convivir con alguien con esta personalidad?
  • Piensa por unos momentos en tu familia y en quienes te rodean. Crees que se sienten a gusto contigo? Con tus respuestas, con tu actitud hacia ellos?

Convivir con gente amargada es angustioso. La amargura transforma un día bonito y positivo en triste y negativo para todos los que te rodean. Nadie tiene la culpa de tu amargura, por lo tanto, es importante que tomes la iniciativa de cambiar esta actitud. Llegó tu momento. Demuéstrate que puedes mejorar esta característica de tu personalidad que te empaña; no te deja brillar.

Una actitud positiva cambia tu vida

Para comenzar ese cambio que tanto necesitas y mereces, debes poner en práctica las siguientes recomendaciones:

  • Cambia la negatividad por una actitud positiva y alegre. Esto contribuye a que vayas dejando de lado la amargura.
  • Perdona a quienes te han causado dolor. Perdonar limpia tu corazón y te libera de sentimientos que te causan daño. Además “Dejar atrás los rencores y la amargura puede dar lugar a una mejor salud y más tranquilidad” (Ref Clinica Mayo)
  • También es importante hacer de la sonrisa y del buen humor una constante en tu vida diaria. Todos los esfuerzos que implementes para alimentar las ilusiones y los sueños, te ayudan a ver la vida con una óptica diferente; vas a ser más humana/o y más agradable con las personas de tu entorno. Eso se traduce en días positivos y productivos.
  • Recuerda lo importante que es sentirte feliz y agradecido/a. La felicidad impacta en tu bienestar emocional, físico y en tu éxito.
  • Además es fundamental comenzar a reconocer las bondades y los aciertos de quienes te rodean. No los juzgues más ni los maltrates verbalmente.
  • Si realmente estás decidida/o a cambiar de actitud, poco a poco irás dando pequeños pasos que te ayudarán a lograrlo. Todos se sentirán felices de ver cómo evolucionas convirtiéndote en una persona de fácil trato.
  • Proponte también cambiar la actitud en tu trabajo. Sé amable y respetuosa con tus compañeros y con tu entorno en general. Demuestra que acercarse a ti es más fácil de lo que piensan. Sorpréndelos y sorpréndete de cuánto vas a ir logrando con tu nueva actitud.

Una relación de cordial entre compañeros de trabajo crea un ambiente sano en la empresa. Convivir con gente amargada hasta en el trabajo es perjudicial.

La amargura te hace mucho daño y lo peor es que no te aporta nada. Todo lo contrario, ella hace que quienes te rodean sientan un gran rechazo hacia tu persona y eso te hace sentir infeliz, aunque no lo quieres aceptar. Evita esta actitud. No caigas más en ella, ni dejes que tu vida ni la de tus seres queridos se contamine con esta forma de ser.

Piensa seriamente en esto: quienes forman parte de tu cotidianidad merecen un trato diferente. Para nadie es soportable convivir con gente amargada. Además la vida es tan corta y bella, que vale la pena vivirla con felicidad, amor y tu mejor actitud diaria para disfrutarla a plenitud. Comienza poco a poco a cambiar ese rasgo negativo de tu personalidad y verás como quienes te rodean, también cambian la actitud hacia ti. Vale la pena intentarlo, no crees?


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