Al Ofender Pierdes… No Ganas Nada

Ofender es un acto repudiable que te quita toda la razón y hasta puede deteriorar relaciones importantes.

Ofender es algo que debemos evitar a lo largo del desarrollo de nuestras relaciones. Tenemos que entender que somos responsables por todo aquello que decimos o hacemos. Por eso hay que tener mucho cuidado con las palabras o juicios que vayamos a emitir en contra de alguna persona. Además, hay gestos y actitudes que solemos hacer y que podrían ofender a terceros.

Lo importante es entender que cuando ofendemos estamos insultando, injuriando o agraviando a quien recibe la ofensa. El resultado de esta actitud de ofender es lograr humillar y despreciar a alguien.

También hay que analizar que una ofensa puede muchas veces causar una reacción de defensa por parte del ofendido, que pudiese ser dura y peligrosa.

¿Por qué ofender?

  • Generalmente para dañar la dignidad del ofendido.
  • Al ofender se busca rebajar la moral y perjudicar la imagen de las personas.
  • Se intenta liquidar la reputación de la víctima ofendida.
  • Ofendiendo se busca menoscabar su posición social o laboral.

Al ofender pierdes tu

  • Ofender a otra persona no es un derecho que alguien pueda ejercer.
  • El respeto en las relaciones interpersonales debe siempre estar presente.
  • Los insultos y las humillaciones a terceros hay que evitarlos.Nadie merece ser ofendido y por supuesto, tampoco debe ser irrespetado.

No es necesario ofender a nadie. Como persona inteligente que eres trata de manejar las cosas de forma educada y a la altura. No caigas en conductas que puedan pesarte algún día.

  • Hay seres que para reafirmar su seguridad en la vida, solo acostumbran a ofender, la mayoría de las veces sin motivo alguno.
  • Hay otros, que utilizan para esto el sarcasmo, y logran lastimar empleando argumentos graciosos y a veces chistes sin sentido.

¿Cómo actuar frente a una ofensa?

  • Lo importante es reaccionar de manera correcta frente a estos hechos.
  • Si conoces a la persona que emite la ofensa o que te insultó, y sabes que esa actitud de ofender es su costumbre o hábito, no te des por aludido/a y evita engancharte en esa desagradable conversación. Distánciate e ignóralo.
  • En diversas circunstancias no es fácil eludir estas situaciones y al recibir la ofensa te sientes dañado/a y con dolor. Lo aconsejable es no perder el control ante estas afirmaciones de la persona hiriente.
  • Quien busca ofender necesita y quiere obtener una reacción. Lo mejor es no caer en eso. Si la situación continua, sal del lugar de los hechos para evitar una dura y peligrosa confrontación, que generalmente es lo que busca el actor de la ofensa. No le des el gusto!

¿Debemos perdonar a quien nos ofende?

Sin duda que perdonar es algo que muchas veces está en la mente de quien recibió la injuria. Resultar ofendido nos afecta y nos causa dolor, y más aún cuando el ofensor es alguien cercano a nosotros. Por eso, recibir la ofensa de parte de un amigo o un familiar cercano, complica el hecho. También hay que analizar si el acto de ofender fue hecho con una verdadera intención de causar daño, o es el fruto de una mala interpretación o equivocación de parte de quien la emitió. En este caso, el perdón puede tomar tiempo en su análisis.

La decisión de perdonar es solo tuya. Para ello debes estudiar bien el evento y la circunstancia de lo ocurrido. Hay que entender que si la ofensa ha causado un daño muy profundo, el perdón a veces puede tardar en llegar. Sin embargo, sabemos que perdonar es necesario: nos alivia, y por supuesto invita al agresor a un posible y deseado acto de reconciliación. Pero cuando con una ofensa se agrede duramente nuestra personalidad o autoestima, esto dificulta la posible conciliación. Cuando el perdón no es sincero, nos haría caer en un absurdo engaño.

Perdonar es algo que intenta olvidar lo pasado. Es apartar lo malo que ha sucedido y disfrutar de las grandes oportunidades que nos ofrece la vida. Es dejar de lado aquello que por momentos te hizo sentir herido/a. El dolor hay que apartarlo de nuestro camino.

Para concluir te dejo esta frase de Miguel de Cervantes en relación al acto de ofender: “No estamos obligados a castigar a los que nos ofenden, sino a aconsejarles la enmienda de sus delitos”


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